Corea del Sur en 2025, ‘No es país para viejos’
Diciembre de 2025, el reloj de la sociedad coreana apunta a una ‘sociedad súper envejecida’. Según la Oficina de Estadística, la proporción de población anciana de 65 años o más ya ha superado el 20%, convirtiéndose en una era donde una de cada cinco personas en la calle es un anciano.
Sin embargo, lo que significa este número no es una jubilación próspera o una vejez respetada. El informe de la OCDE publicado en 2024 reveló que la tasa de pobreza de ancianos en Corea es del 39.8%, tres veces el promedio de los países miembros (alrededor del 13.5%), registrando un abrumador primer lugar. Esta es una cifra con una gran brecha incluso con el segundo lugar, Estonia o Letonia, un indicador impactante que muestra cuán al límite está la vida de los ancianos coreanos.
La República de Corea, país de la deslumbrante cultura K y tecnología avanzada, tiene su otra cara llena de los suspiros de los ancianos que “viven porque no pueden morir”.
Ancianos recogiendo cartón, el triste autorretrato de la ciudad
La imagen de ancianos con la espalda encorvada recogiendo cartón en los callejones al amanecer se ha convertido en el paisaje más cotidiano y triste de las ciudades coreanas. Según una encuesta del Ministerio de Salud y Bienestar, el número de ancianos que recogen cartón alcanza unos 40,000 en todo el país, y sus ingresos mensuales promedio son apenas unos 150,000 wones.
Es un dinero con el que es difícil incluso resolver una comida, a pesar de vagar por las calles todo el día recogiendo chatarra. Sin embargo, la razón por la que salen a la calle es porque su sustento inmediato es desolador. La pensión básica de unos 300,000 wones es absurdamente insuficiente para cubrir el alquiler y las medicinas, y pedir ayuda a los hijos es difícil porque sus vidas también son duras.
La carretilla de cartón no es un simple medio de transporte, sino el último salvavidas que sostiene la vida de la vejez pobre y un símbolo que prueba el fracaso del sistema de bienestar de nuestra sociedad.
Habitaciones diminutas y Goshiwon: La prisión de la pobreza
Bajo el llamativo horizonte de la ciudad, en las habitaciones diminutas (Jjokbang) y los viejos Goshiwones (habitaciones de estudio), los ancianos pobres viven conteniendo la respiración. Estas habitaciones de apenas unos pocos metros cuadrados, expuestas al calor sofocante en verano y al frío intenso en invierno, son de facto el escenario de un ‘Goryeojang moderno’ (práctica legendaria de abandonar a los ancianos).
La mayoría de los ancianos aquí viven en un aislamiento total, con las relaciones familiares cortadas. Para aquellos que niegan con la cabeza o se enjugan las lágrimas ante la pregunta “¿tiene familia?”, las festividades o el fin de año son momentos que les traen aún mayor soledad y dolor.
Las largas colas frente a los comedores sociales muestran su hambre, pero la soledad y la desesperación profundamente arraigadas en sus corazones no se llenan fácilmente con ninguna política de bienestar.
Muerte solitaria (Godoksa), escenario de homicidio social
La realidad más desgarradora es el rápido aumento de las ‘muertes solitarias’, donde la vida termina sin que nadie lo sepa y se descubre tarde. Según el Ministerio de Salud y Bienestar, el número de muertes solitarias en 2024 superó las 4,000, y más de la mitad de ellas eran hombres de mediana edad y ancianos de 50 años o más.
La tragedia de ser descubierto por vecinos o el propietario solo después de que el cuerpo se descompone y el hedor es intenso muestra crudamente cuán colapsado está el sentido de comunidad en nuestra sociedad. Los limpiadores de traumas relatan la terrible escena diciendo: “En el refrigerador solo había botellas de agua vacías y trozos de kimchi seco, y en el calendario solo estaban escritas las fechas de las citas médicas”.
La crítica de que la muerte solitaria provocada por la pobreza, la enfermedad y la desconexión social de los ancianos no es una desgracia personal, sino un ‘homicidio’ cometido por la negligencia y el abandono de la sociedad, llega dolorosamente.
El colapso del sistema de pensiones y la desesperación de la generación futura
Una de las causas fundamentales de la pobreza de los ancianos es el deficiente sistema público de pensiones. A pesar de que han pasado casi 40 años desde la introducción del sistema nacional de pensiones, todavía hay amplios puntos ciegos y el nivel de beneficios (tasa de reemplazo de ingresos) es bajo, por lo que no puede ser un medio real de garantía para la vejez.
Según el Instituto de Investigación del Servicio Nacional de Pensiones, el monto promedio mensual de pensión recibido por los hogares de ancianos es de alrededor de 600,000 wones, lo que ni siquiera alcanza el costo de vida mínimo para un hogar de una persona. Lo más grave es el miedo a que incluso esta pensión insuficiente no se pueda recibir en el futuro.
El reloj del agotamiento del fondo se aceleró más de lo esperado
La alarma sobre el momento del agotamiento del fondo nacional de pensiones es cada vez más fuerte. Los institutos de investigación estatales como el KDI (Instituto de Desarrollo de Corea) analizaron que, a medida que la velocidad de la baja natalidad y el envejecimiento es más rápida de lo esperado, el momento del agotamiento del fondo podría adelantarse 1 o 2 años más que el 2055 previsto inicialmente.
A medida que la tasa de natalidad en 2025 cae al rango de 0.6 (estimado), hemos entrado en la sección de ‘Bono Demográfico Negativo (Demographic Onus)’, donde las personas que pagarán pensiones en el futuro disminuyen mientras que los ancianos que las recibirán aumentan exponencialmente. Esto está alimentando la desconfianza y la ira de la generación joven que se pregunta “¿Podré recuperar el dinero que pagué?”, convirtiéndose en el detonante clave del conflicto intergeneracional.
Reforma de pensiones estancada, pasar la bomba
A pesar de que la situación es tan grave, la discusión sobre la reforma de las pensiones en el mundo político avanza a paso de tortuga. Mientras el partido gobernante y la oposición discuten sobre “pagar más y recibir más (teoría de garantía de ingresos)” o “pagar más y recibir lo mismo (teoría de estabilidad financiera)”, el tiempo dorado se escapa irremediablemente.
El plan de reforma presentado por el gobierno se detuvo en un nivel tibio consciente de la reacción pública, y el comité especial de reforma de pensiones de la Asamblea Nacional a menudo gira en vacío arrastrado por la lucha política. Los expertos piden una reforma estructural de alta intensidad diciendo que “si no reformamos ahora, pasaremos una bomba de deuda a la generación futura”, pero los políticos conscientes de los votos solo se apresuran a ‘pasar la bomba’. La pobreza de ancianos de 2025 es la factura del fracaso de la reforma de pensiones del pasado, y el retraso actual de la reforma es reservar el desastre de 2050.
La polarización de las pensiones privadas
Para llenar el vacío de las pensiones públicas, se enfatiza la importancia de las pensiones privadas (pensiones de jubilación, pensiones personales), pero aquí también la polarización es grave.
Los empleados regulares de grandes empresas o las personas de altos ingresos se preparan para la vejez con pensiones privadas sólidas, pero los trabajadores de pymes o los autónomos están demasiado ocupados ganándose la vida como para permitirse inscribirse en una pensión. Al final, la pobreza en la vejez es una estructura donde la brecha de ingresos de la etapa activa continúa o se amplifica. La brecha entre “ancianos ricos, ancianos pobres” se está convirtiendo en otro factor de inestabilidad que obstaculiza la integración social.
Extinción local: Pueblos donde cesó el llanto de los niños
Algo inseparable del problema de los ancianos es la crisis de ‘extinción local’. A medida que se acelera la concentración en el área metropolitana, las regiones locales, especialmente las zonas rurales y pesqueras, están al borde del colapso debido al rápido envejecimiento y la salida de población.
En algunas áreas como Jeonnam, Gyeongbuk y Gangwon, ya han surgido lugares que han superado la ‘zona de crisis de extinción’ y han entrado en la ‘etapa de progreso de extinción’, donde la función del pueblo está paralizada.
El miedo a los ‘pueblos sin médicos’ y las ‘casas vacías’
Si vas a un pueblo rural, es difícil encontrar ni siquiera la sombra de una persona joven, y mucho menos el llanto de un niño. Se está produciendo una situación irónica donde los ancianos de 70 y 80 años reunidos en el centro comunitario del pueblo actúan como los más jóvenes.
Las casas vacías se dejan abandonadas como monstruosidades y se convierten en zonas propensas al crimen, y hasta la infraestructura básica de vida se está derrumbando. Se intensifica el fenómeno del ‘desierto médico’, donde no hay hospitales ni farmacias y no se puede recibir tratamiento a tiempo si se enferma, y se cancelan las rutas de autobuses, dejando a los ancianos aislados. El círculo vicioso de “como no hay gente, las tiendas cierran, y como no hay tiendas, la gente se va más” se repite, y las provincias se están convirtiendo en gigantescos asilos de ancianos.
Distopía rural, no es una película
El paisaje rural de Corea en 2025 no es un diario de campo pacífico, sino más bien una película distópica solitaria. Los ancianos sin fuerzas para cultivar dejan la tierra ociosa o la alquilan a precios de ganga, e incluso eso no es fácil, por lo que aumentan los arrozales y campos llenos solo de malas hierbas.
Los gobiernos locales se esfuerzan por atraer población ofreciendo decenas de millones de wones en subsidios por nacimiento, pero es una situación en la que ninguna medicina funciona. Con la disminución natural de la población ya iniciada, predomina el pesimismo de que no se puede detener la extinción local sin alternativas drásticas como políticas de inmigración. El colapso de las provincias conduce a la superpoblación y la intensificación de la competencia en el área metropolitana, operando nuevamente como un engranaje gigante que empeora la baja natalidad.
El punto ciego del cuidado de ancianos que viven solos
La extinción local significa el colapso de la infraestructura de cuidados. A medida que los cuidadores y trabajadores sociales también se van a las ciudades, falta personal para cuidar a los ancianos que viven solos en el campo.
El aislamiento emocional es el mayor enemigo que amenaza la salud de los ancianos, hasta el punto de que se dice “no se muere por enfermedad, se muere por soledad”. Los gobiernos locales distribuyen altavoces con IA o robots de cuidado, pero son insuficientes para reemplazar la calidez humana. La restauración del modelo de cuidado comunitario es una tarea urgente.
Bancarrota médica y pobreza habitacional: El doble sufrimiento
Las mayores dificultades que enfrentan los ancianos son los problemas de salud y vivienda. A medida que envejecen, enfrentan una crisis de ‘bancarrota médica’ donde los gastos médicos aumentan pero los ingresos disminuyen.
Demencia y homicidio por cuidados: La tragedia de la familia
El aumento de pacientes con demencia es el principal culpable de acelerar la pobreza de los ancianos. Como dice el dicho que no hay hijo filial en una enfermedad larga, cuidar a padres con demencia puede llevar a toda la familia a caer en la pobreza o, en casos extremos, conducir a tragedias como el homicidio por cuidados.
La carga de los costos de cuidado alcanza un promedio de varios millones de wones al mes, un nivel difícil de soportar para las familias comunes. Se está discutiendo la ‘cobertura de seguro para costos de cuidado’, pero no puede ganar velocidad debido a problemas financieros.
Entorno de vivienda precario: Ancianos en Ji-Ok-Go (Sótano, Azotea, Goshiwon)
Hay muchos ancianos empujados a entornos de vivienda precarios como habitaciones en sótanos y azoteas, además de las habitaciones diminutas. Los ancianos que viven en pisos altos de villas antiguas sin ascensor a menudo viven prácticamente atrapados en casa debido a la movilidad reducida.
El suministro de viviendas públicas de alquiler está aumentando, pero aún no puede satisfacer la demanda. La vivienda es una condición básica para una vida humana. Se necesitan desesperadamente políticas de apoyo a la vivienda adaptadas a los ancianos.
La ilusión de la ‘Economía Plateada’ y el conflicto generacional
Las empresas presentan perspectivas optimistas diciendo que la ‘industria plateada’ crecerá a medida que aumente la población anciana, pero la realidad es dura. Porque los ‘seniors activos’ con poder adquisitivo son solo una minoría, y la mayoría de los ancianos son pobres sin capacidad de consumo.
La brecha entre el marketing y la realidad
La imagen de una vejez elegante y relajada que aparece en los medios da una sensación de privación a la mayoría de los ancianos. Las empresas solo se entusiasman con el desarrollo de ciudades plateadas de lujo o productos de salud para ancianos ricos que dan dinero, y no tienen interés en servicios baratos y prácticos para ancianos pobres. La industria plateada dejada solo a la lógica del mercado solo fomentará aún más la polarización dentro de la clase anciana.
Conflicto generacional: “¿Son los ancianos una carga para los jóvenes?”
Como se ve en la controversia sobre el transporte gratuito en el metro, el conflicto intergeneracional en torno a los costos del bienestar de los ancianos se está volviendo cada vez más agudo.
Los jóvenes se quejan de que los impuestos que pagan se utilizan solo para mantener a los ancianos, y los ancianos se sienten decepcionados diciendo: “¿Nos sacrificamos por el país y ni siquiera recibimos este trato?”. También hay un aspecto en el que el mundo político fomenta o descuida el conflicto generacional para obtener votos. Se necesita un diálogo social para lograr el entendimiento y la solidaridad entre generaciones.
Lecciones aprendidas de casos en el extranjero
Los casos de países como Japón o naciones europeas que experimentaron la sociedad envejecida antes que nosotros nos sugieren mucho.
Los ‘ancianos de clase baja’ de Japón y las contramedidas
Japón experimentó seriamente el problema de la pobreza de los ancianos hasta el punto de acuñar el neologismo ‘ancianos de clase baja’. En respuesta, el gobierno japonés ha impulsado medidas multifacéticas como la extensión de la edad de jubilación, la activación del reempleo de ancianos y el establecimiento de un sistema de atención integral comunitaria. En particular, el modelo de atención comunitaria donde los ancianos encuentran roles en la comunidad local y se cuidan mutuamente es digno de nuestra evaluación comparativa.
La sólida red de seguridad social de Europa
Países europeos como Francia y Alemania mantienen baja la tasa de pobreza de ancianos a través de pensiones públicas sólidas y sistemas de seguridad social. Por supuesto, existe la premisa de una alta carga fiscal, pero es posible porque se ha formado un consenso social de que la sociedad es responsable de la ansiedad de la vejez. Nosotros también debemos comenzar un consenso social para pasar de ‘baja carga, bajo bienestar’ a ‘carga media, bienestar medio’.
Qué futuro debemos preparar
El problema de la pobreza de ancianos y el envejecimiento ya no es ‘cosa de otros’ o ‘cosa del futuro lejano’. Es el futuro cercano que enfrentarán los jóvenes y la mediana edad de hoy, y el dolor actual que está experimentando la generación de nuestros padres.
Para deshacerse del vergonzoso título de número 1 de la OCDE y crear una sociedad donde todas las generaciones puedan envejecer con dignidad, se necesita un cambio fundamental de paradigma.
Construcción de una red de seguridad social densa y creación de empleo
Lo primero y urgente es fortalecer la red de seguridad social para los ancianos pobres. Junto con el aumento de la pensión básica, se deben garantizar unas condiciones de vida humanas mínimas haciendo realidad el apoyo a los gastos médicos y de vivienda.
Además, más allá del bienestar que simplemente da dinero, se debe mejorar cualitativamente el ‘empleo para ancianos’ para que los ancianos puedan desempeñar un papel como miembros de la sociedad. No trabajos a tiempo parcial a corto plazo como obras públicas, sino empleos de contribución social que puedan utilizar la experiencia y sabiduría de los ancianos, o la creación de empleo en áreas con demanda social como servicios de cuidado. El dicho “el mejor bienestar es el empleo” también es válido para los ancianos.
Extensión de la edad de jubilación y sabiduría de la coexistencia generacional
La discusión sobre la extensión de la edad de jubilación también debe comenzar en serio. El plan para extender gradualmente la edad de jubilación legal actual de 60 años a 65 años en línea con la edad de inicio de la pensión nacional debe impulsarse a través del consenso social.
Por supuesto, en este proceso debe preceder un compromiso para la coexistencia entre generaciones, como la reforma del sistema de pico salarial o la flexibilización de las formas de empleo, para que la contratación de jóvenes no se reduzca. Se necesita un cambio en la percepción social que reconozca a la clase anciana no como objeto de manutención, sino como sujeto de actividad productiva.
Por una vejez con dignidad
Invierno de 2025, ¿qué deberíamos ver en la imagen de un anciano recogiendo cartón en la calle? No es simplemente el resultado de la pereza personal o la mala suerte, sino la sombra creada por las contradicciones estructurales y la irresponsabilidad de nuestra sociedad.
La frase de Bill Gates “Nacer pobre no es tu culpa, pero morir pobre sí lo es” debe corregirse. En la sociedad coreana, la vejez pobre no es culpa del individuo, sino abandono del deber del estado. En un país donde los ancianos no son felices, los jóvenes no pueden tener esperanza. Más allá de la distopía gris, es el momento en que se necesita urgentemente un gran compromiso social y decisión para una ‘vejez digna’ donde cualquiera pueda envejecer con clase.